Un divorcio o una separación de los padres siempre es doloroso, asegura Miriam Tirado, pero podemos trabajar para que la separación sea lo menos conflictiva posible por el bien de los hijos. “Si queremos que sufran lo menos posible es importante que les pongamos en el centro y sobre todo que intentemos llevarnos bien, que tengamos una buena relación lo más cordial posible por su bien; porque no hay nada más doloroso no que se hayan separado a tus padres sino verles que están enfadados, que se hablan mal, o que no tienen ningún tipo de comunicación”, argumenta.
Para los hijos, añade, vivir una separación donde los padres no mantienen una buena relación es muy doloroso y “a medio y a largo plazo es una herida importante que van a tener que sanar”.